viernes, 29 de febrero de 2008

HUELGA A LA JAPONESA (4)

"AQUEL OLOR..."
¿En qué cuento te leí?
¿En qué sueño te soñé?
¿En qué planeta te ví
antes de mirarte aquí?
¡Ah! ¡No lo sé ..., no lo sé!
Pero brotó nuestro amor
con un antiguo fervor,
y hubo, al tendernos la mano,
cierta emoción anterior,
venido de lo lejano.
Tenía nuestra amistad
desde el comienzo un cariz
de otro sitio, de otra edad,
y una familiaridad
de indefinible matiz ...
Explique alguien (si lo osa)
el hecho, y por qué, además,
de tus caricias de diosa
me queda una misteriosa
esencia sutil de rosa
que vienen de un siglo atrás ...
Amado Nervo. Mayo 7, 1912

HUELGA A LA JAPONESA (3)

Si no existiera el pensamiento, hablaríamos sin pensar; Si habláramos sin pensar diríamos tonterías del tipo "la leche mana de los manillares de las bicicletas oxidadas"; Si la leche manara de los manillares de las bicicletas oxidadas, no existirían las vacas; Si no existieran las vacas, no existirían los toros, ni por tanto las corridas de idem; Si no existieran las corridas de toros, los sastres que confeccionan los trajes de luces se quedarían en el paro y, por tanto, éste aumentaría; Si aumentara el paro, Rajoy se lo echaría en cara a Zapatero; Si Rajoy tuviera este sólido argumento para echárselo en cara a Zapatero, éste podría perder las elecciones; Si Zapatero perdiera las elecciones, gobernarían las derechas; Si gobernasen las derechas, reprimirían la cultura subversiva; si la cultura subversiva estuviera reprimida, no habría libertad de opciones; Si no hubiera libertad de opciones, la gente no tendría inquietudes; Si la gente no tuviera inquietudes, desaparecería el pensamiento; Si no existiera el pensamiento, hablaríamos sin pensar... y jamás escribiríamos nada en un blog.

HUELGA A LA JAPONESA (2)

DIEZ DUDAS RAZONABLES.
  • ¿Una persona vegetariana es equivalente a una planta carnívora?
  • ¿Cuántos árboles debe tener un bosque como mínimo para ser considerado como tal?
  • Cuando cerramos la puerta del frigorífico, ¿realmente se apaga la lucecita de dentro?
  • ¿La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre podría imprimir algo de dinero extra en "B" sin que se enterase el Fondo Monetario Internacional?
  • ¿Los mejores agentes de bolsa son millonarios?
  • ¿Por qué en invierno nos frotamos las manos cuando entramos de la calle a un lugar cerrado y más cálido?¿No sería más lógico hacerlo fuera?
  • ¿La luna es de los norteamericanos?
  • ¿Por qué los franceses llaman al queso "fromage" cuando todos sabemos que es queso?
  • ¿Por qué es ilegal suicidarse?
  • ¿En las vías de ferrocarril colocan señales de peligro del tipo "animales sueltos" o "peligro indefinido" o "peligro, desprendimientos"?

HUELGA A LA JAPONESA (1)

"Hablen, tienen tres minutos".
De vuelta del paseo
donde junté una florecita para tenerte entre mis dedos un momento,
y bebí una botella de Beaujolais, para bajar al pozo
donde bailaba un oso luna,
en la penumbra dorada de la lámpara cuelgo mi piel
y sé que estaré solo en la ciudad
más poblada del mundo.
Excusarás este balance histérico, entre fuga a la rata y queja de morfina,
teniendo en cuenta que hace frío, llueve sobre mi taza de café,
y en cada medialuna la humedad alisa sus patitas de esponja.
Máxime sabiendo
que pienso en tí obstinadamente, como una ciega máquina,
como la cifra que repite interminable el gongo de la fiebre,
el loco que cobija su paloma en la mano, acariciándola hora a hora
hasta mezclar los dedos y las plumas en una sola miga de ternura.
Creo que sospecharás esto que ocurre,
como yo te presiento a la distancia en tu ciudad,
volviendo del paseo donde quizá juntaste
la misma florecita, un poco por botánica,
un poco porque aquí,
porque es preciso
que no estemos tan solos, que nos demos
un pétalo, aunque sea un pastito, una pelusa.
Julio Cortázar.

jueves, 28 de febrero de 2008

Solución a las dichosas cajitas de marras.

Los enunciados de las tres notas eran los siguientes:
  1. Cajita de ALABASTRO: "YO NO TENGO EL ANILLO".
  2. Cajita de ÁMBAR: "EL ANILLO ESTÁ EN ALGUNA DE LAS OTRAS DOS CAJITAS".
  3. Cajita de MARFIL: "SÓLO UNA DE LAS OTRAS DOS NOTAS ES FALSA".

RAZONAMIENTO:

  • Vamos a analizar en primer lugar cuántas notas son falsas.
  • Si la nota de la cajita de marfil fuera falsa, significaría todo lo contrario de lo que dice su enunciado. Es decir, las otras dos notas también serían falsas.
  • Por tanto la nota de la cajita de ámbar sería falsa, de lo que se deduciría que el anillo no está en ninguna de las otras dos cajitas y, por tanto, el anillo estaría en la propia cajita de ámbar.
  • Por otro lado, también la nota de la cajita de alabastro sería falsa y por consiguiente ella contendría el anillo.
  • Dado que es imposible que el anillo se encuentre en dos cajitas, podemos deducir que, a la fuerza, la nota de la cajita de marfil es verdadera y por tanto alguna de las otras dos notas es falsa.
  • Supongamos ahora que la nota falsa es la de la cajita de ámbar.
  • Esto nos llevaría a deducir que el anillo no se halla en ninguna de las otras dos cajitas y, así pues, la propia cajita de ambar contendría el anillo.
  • Pero supongamos a continuación que la nota falsa es la de la cajita de alabastro ("Yo no tengo el anillo").
  • Ello implicaría que el anillo estaría en la propia cajita de alabastro.
  • Por lo tanto, dado que el anillo puede estar tanto en la cajita de ámbar como en la de alabastro (en función de cuál de las dos notas fuera falsa) ...
  • ... EL TROVADOR NO TENÍA NI PUTA IDEA DE DÓNDE ESTABA EL ANILLO. Como mucho, hubiera podido colegir que no se hallaba en la de marfil.

¿Entonces cómo lo adivinó? ¿Fué al azar?

Pues no, no fué al azar. Recordad que la princesa Ohcan se distinguía por su astucia (a veces exenta de escrúpulos: "el príncipe Susej murio a causa de una... digamos extraña enfermedad"). Recordad también que cuando el trovador Sedrul es llamado a resolver el enigma, la princesa le hace un guiño furtivo. ¿Uno? ¿Y por qué sólo uno? Pues porque el anillo se encontraba en la cajita número uno, la cajita de alabastro.

¿Y por qué el enigma era irresoluble?

Os recuerdo que el rey era llamado "el rey injusto y bobo". Tal vez quiso cometer una injusticia, al verse "toreado" por su hija. O tal vez era tan bobo que no supo elaborar con destreza las claves del enigma. Me inclino por ésto último.

HAGAMOS UN TRATO

Compañera
usted sabe
que puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar conmigo
si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo
si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo
pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.
Mario Benedetti

martes, 26 de febrero de 2008

CUENTO PARA DORMIR A UNA HIGUERA

Érase que se era, en un tiempo remoto, en un reino remoto e ignoto, un rey injusto y bobo al que todos le llamaban "el rey injusto y bobo".
Su reino, Esnas, era rico y próspero. Por una parte gracias a la injusticia del tirano, que despojaba de sus escasos bienes a su pueblo, y por otra, al buen hacer de su bella hija: la princesa Ohcan, que con su astucia y bondad, mercadeaba con los reinos contiguos y devolvía a las gentes sus, ya mencionados, escasos bienes, sin que su padre, el rey se enterara.
Pero el rey no estaba satisfecho, envidiaba avariciosamente los inmensos campos de fresas que se cultivaban en el reino vecino.
--Sé lo que haré -se dijo un buen día-. Estableceré una alianza con el rey Airam, desposando a mi hija con su único vástago: el príncipe Susej. Y así, poco a poco -sonrío maliciosamente- me apoderaré de sus inmensos fresales.
Dicho y hecho: el rey injusto y bobo parlamentó con con el rey Airam y ambos llegaron a un acuerdo. Los esponsales se celebrarían por todo lo alto tres días después de la siguiente luna.
La princesa Ohcan lloraba sin consuelo. No en vano estaba enamorada del trovador de la corte: el apuesto Sedrul. ¡Cuántas noches le oyó trovar bajo su ventana! "Cuando yo me haya ido..."
Pero no todo iban a ser desgracias. El príncipe Susej, su prometido, enfermó a causa de unas... digamos "fiebres extrañas", muriendo dos días antes de la fastuosa boda que ya se preparaba en Esnas.
--¡Qué rabia! -aullaba el rey injusto y bobo-. Me quedé sin las fresas.
--Nada temas padre mío -le contestó la astuta y bella Ohcan-, Sé como conseguirlas.
--¿De veras? -abrió el rey los ojos- Díme presto cómo hacerlo.
La princesa Ohcan tragó saliva. Sabedora de lo que se jugaba en el envite puso toda su destreza y fábula y le contestó al rey.
--Puede conseguirlo Sedrul, el trovador.
--¿El trovador? -repuso el rey.
--Sí, el trovador -repitió Ohcan-. Sus melodías tienen un enorme poder de hechizo, de embrujo. De tal manera que dirige voluntades a su antojo.
--Bien -preguntó el rey indeciso-, entonces podremos utilizarlo para conseguir las fresas del rey Airam. Que venga ante mí con presteza.
--Ya hablé con él, padre. Y sólo lo hará si me entregas en matrimonio pasado mañana -dijo la princesa fingiendo amargura-. Pero estoy dispuesta a ofrecerme en sacrificio con tal de que tú tengas tus anheladas fresas.
--Hija mía, si tú lo quieres así, así se hará -confirmó el rey bobamente- Pero antes deberá pasar una prueba.
--¿Una prueba? -preguntó Ohcan preocupada.
--Sí, es mi decisión. Deberá pasar la prueba de las tres cajas -determinó el rey injusto- ¡Mandádlo traer de inmediato a mi presencia!
Al cabo de un rato, cuando llegó el sorprendido trovador, se encontró con el rey, su amada Ohcan (quien le dirigió un furtivo guiño) y en una mesita de jade tres cajitas: Una de alabastro, otra de ámbar y la última de marfil.
--Bien -dijo el rey-, si has de casarte con mi hija, para después proveerme de las fresas del rey Airam, antes deberás pasar la prueba de las tres cajas.
En una de ellas se encuentra el anillo de desposar a la princesa, otra contiene una pequeña redoma con un eficaz veneno y en la última se halla la llave que te llevará a la mazmorra eterna. Debes elegir la correcta.
Como soy magnánimo, te daré una pista. Cada cajita contiene un letrero que te facilitará la elección adecuada. ¡Adelante!
Sedrul avanzó hacia la cajita de alabastro y leyó la nota correspondiente: "Yo no tengo el anillo".
El trovador se detuvo un instante a meditar para acto seguido leer la nota de la cajita de ámbar: "El anillo está en alguna de las otras dos cajitas". Demasiado fácil -pensó el trovador-. Por lógica el anillo debiera estar en la cajita de marfil. El rey sonreía malvadamente. Sedrul se acercó a la cajita de marfil y en vez de abrirla, como pensaba el rey bobo e injusto, leyó el contenido de la nota: "Sólo una de las otras dos notas es falsa". Sedrul se secó una gota de sudor que le resbalaba por la frente y trás reflexionar mirando al vacío, con sonrisa segura miró, primero a Ochan y luego al rey. Se acercó a la cajita de alabastro, abrió la tapa despacito y con gesto triunfal alzó el anillo en sus manos.
El rey no daba crédito a lo que veía, aunque por otro lado se regodeaba con la idea de poseer las fresas. Ochan y Sedrul se abrazaron con ansia infinita.
Dos días más tarde se celebraron los esponsales con gran fasto. Ni que decir tiene que el rey injusto y bobo se quedó sin las fresas de Airam. Tuvo que contentarse con los cien carros de fresas que le trajo su hija a la vuelta de su viaje de bodas por tierras lejanas.
Y como podeis imaginar, la princesa y el trovador fueron felices y comieron como cerdos.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
¿Cómo coño adivinaría Sedrul en qué cajita estaba el anillo? Quizá se desvele en una próxima entrega... o quizá no.

domingo, 24 de febrero de 2008

PROVOCACIÓN / POR VOCACIÓN

¡VENGA, VA!... "volcado de ideas". ¿Qué os sugiere? ¿Qué primeras palabras os han acudido? ¿A qué se parece esto? ¿Qué sentís? ¿Qué ha pasado unas horas antes? ¿Qué está pasando ahora? ¿Qué pasará después? ¿Cual es la historia de esta imagen? Que conste "Jardi" que no es el T.A.T.

jueves, 21 de febrero de 2008

TU BOCA

Tu boca está dormida.
Tus labios dormidos:
unidos como dos manos unidas,
secos por el silencio que decides,
casi agrietados de saliva salada.
Y ahora mi boca te llama,
mi labios te llaman,
mi lengua te llama.
Tus labios se despegan a cámara lenta,
como se abren las flores,
como liba un colibrí,
como cae la nieve,
como invade el rocío.
Y suena tu boca,
suenan tus labios
en un despertar aún adormilado.
Y ese sonido es el de la tierra al girar,
el de un beso aún no dado,
el de una gota que cae despacito:
sonido de eco tranquilo,
de resonancia a gruta,
de estalactita creciendo.
Y te beso.
Y me callo.

lunes, 18 de febrero de 2008

COSITAS DE LA SOCIEDAD

Una multa es un pago por algo mal hecho.

Un impuesto es un pago por algo bien hecho.

jueves, 14 de febrero de 2008

Sombras nada más...

A veces apetece destrozar sombras
con disparos de luz.
Pintarlas de colores para que no escapen.
Pintarlas de colores para que no permanezcan.
Pintarlas de colores para que no sean.
Pasear la introspección por calles mojadas,
en noches de alguna luna,
en calores secos,
en sonidos demasiado lejanos.
Y entonces tumbarte sobre una sombra:
hacerla tuya; gritarle al oído,
hasta que sienta la humedad del aliento,
hasta rompérle el tímpano
en pequeños matices difuminados
que se disolverán con el alba,
con el camión de la basura,
con los últimos borrachos
o con los primeros colegiales.

jueves, 7 de febrero de 2008

"TEAPARTY" (y 10 de 10)

Esta última grosería era más de lo que Alicia podía soportar: Se levantó muy disgustada y se alejó de allí. El Lirón cayó dormido en el acto, y ninguno de los otros dió la menor muestra de haber advertido su marcha, aunque Alicia miró una o dos veces hacia atrás, casi esperando que la llamaran. La última vez que los vió estaban intentando meter al Lirón dentro de la tetera.
--¡Por nada del mundo volveré a poner los pies en ese lugar! -se dijo Alicia, mientras se adentraba en el bosque-. ¡Es la merienda más estúpida a la que he asistido en toda mi vida!

miércoles, 6 de febrero de 2008

"TEAPARTY" (9 de 10)

--Pero es que no lo entiendo. ¿De dónde sacaban la melaza?
--Uno puede sacar agua de un pozo de agua -dijo el Sombrerero-
¿Por qué no va a poder sacar melaza de un pozo de melaza? ¡No seas estúpida!
--Pero es que ellas estaban dentro, bien adentro -le dijo Alicia al Lirón, no queriéndose dar por enterada de las últimas palabras del Sombrerero.
--Claro que lo estaban -dijo el Lirón-. Estaban de lo más requetebién.
Alicia quedó tan confundida al ver que el Lirón había entendido algo distinto a lo que ella quería decir, que no volvió a interrumpirle durante un ratito.
--Nuestras tres hermanitas estaban aprendiendo, pues, a dibujar -siguió el Lirón, bostezando y frotándose los ojos, porque le estaba entrando un sueño terrible-, y dibujaban todo tipo de cosas... todo lo que empieza con la letra M...
-¿Por qué con la M? -preguntó Alicia.
--¿Y por qué no? -preguntó la Liebre de Marzo.
Alicia guardó silencio.
Para entonces, el Lirón había cerrado los ojos y empezaba a cabecear. Pero, con los pellizcos del Sombrerero, se despertó de nuevo, soltó un gritito y siguió la narración:
--...Lo que empieza con la letra M, como matarratas, mundo, memoria y mucho... muy, en fin todas esas cosas. Mucho, digo, porque ya sabes, como cuando se dice " un mucho más que un menos". ¿habeis visto alguna vez el dibujo de un "mucho"?
--Ahora que usted me lo pregunta -dijo Alicia, que se sentía terriblemente confusa-, debo reconocer que yo no pienso...
--¡Pues si no piensas, cállate! -la interrumpió el Sombrerero.

lunes, 4 de febrero de 2008

"TEAPARTY" (8 de 10)

El Lirón se puso a cavilar de nuevo durante uno o dos minutos, y entonces dijo:
--Era un pozo de melaza.
--¡No existe tal cosa!
Alicia había hablado con energía, pero el Sombrerero y la Liebre de Marzo
la hicieron callar con sus "¡Chst! ¡Chst!", mientras el Lirón rezongaba indignado:
--Si no sabes comportarte con educación, mejor será que termines tú el cuento.
--No, por favor, ¡continúe! -dijo Alicia en tono humilde- no volveré a interrumpirle.
Puede que en efecto exista uno de esos pozos.
--¡Claro que existe uno! -exclamó el Lirón indignado.
Pero, sin embargo estuvo dispuesto a seguir con el cuento-
Así pues, nuestras tres hermanitas... estaban aprendiendo a dibujar, sacando...
--¿Qué sacaban? -preguntó Alicia, que ya había olvidado su promesa.
--Melaza -contestó el Lirón, sin tomarse esta vez tiempo para reflexionar.
--Quiero una taza limpia -les interrumpió el Sombrerero-. Corrámonos todos un sitio.
Se cambió de silla mientras hablaba, y el Lirón le siguió: la Liebre de Marzo pasó a ocupar
el sitio del Lirón, y Alicia ocupó a regañadientes el asiento de la Liebre de Marzo.
El Sombrerero era el único que salía ganando con el cambio,
y Alicia estaba bastante peor que antes, porque la Liebre de Marzo
acababa de derramar la leche dentro de su plato.
Alicia no quería ofender otra vez al Lirón, de modo que empezó a hablar con mucha prudencia:

domingo, 3 de febrero de 2008

"TEAPARTY" (7 de 10)

--Había una vez tres hermanitas -empezó apresuradamente el Lirón-,
y se llamaban Elsie, Lacie y Tilie, y vivían en el fondo de un pozo...
--¿Y de qué se alimentaban? preguntó Alicia,
que siempre se interesaba mucho por todo lo que fuera comer y beber.
--Se alimentaban de melaza -contestó el Lrón, después de reflexionar unos segundos.
--No pueden haberse alimentado de melaza, sabe
-observó Alicia con amabilidad-. Se habrían puesto enfermísimas.
Y así fue -dijo el Lirón-. Se pusieron de lo más enfermísimas.
Alicia hizo un esfuerzo por imaginar lo que sería vivir de una forma tan extraordinaria,
pero no lo veía ni pizca claro, de modo que siguió preguntando:
--¿Pero, porqué vivían en el fondo de un pozo?
--Toma un poco más de té -ofreció solícita la Liebre de Marzo.
--Hasta ahora no he tomado nada -protestó Alicia en tono ofendido-,
de modo que no puedo tomar más.
--Quieres decir que no puedes tomar menos -puntualizó el Sombrerero-.
Es mucho más fácil tomar más, que nada.
--Nadie le pedía su opinión -dijo Alicia.
--¿Quién está haciendo ahora observaciones personales?
-preguntó el Sombrerero en tono triunfal.
Alicia no supo que contestar a esto. Así pues, optó por servirse un poco de té y mantequilla.
Y después, se volvió hacia el Lirón y le repitió la misma pregunta:
--¿Por qué vivían en el fondo de un pozo?

viernes, 1 de febrero de 2008

"TEAPARTY" (6 de 10)

Alicia comprendió de repente todo lo que allí ocurría.
--¿Es esta la razón de que haya tantos servicios de té encima de la mesa? -preguntó.
--Sí, esta es la razón -dijo el Sombrerero con un suspiro-. Siempre es la hora del té, y no tenemos tiempo de lavar la vajilla entre té y té.
--Y lo que hacen es ir dando la vuelta a la mesa, ¿verdad? -preguntó Alicia.
--Exactamente -admitió el Sombrerero-, a medida que vamos ensuciando las tazas.
--Pero, ¿qué pasa cuando llegan de nuevo al principio de la mesa? -Se atrevió a preguntar Alicia.
--¿Y si cambiáramos de conversación? -los interrumpió la Liebre de Marzo con un bostezo-.
Estoy harta de todo este asunto. Propongo que esta señorita nos cuente un cuento.
--Mucho me temo que no sé ninguno -se apresuró a decir Alicia,
muy alarmada ante esta proposición.
--¡Pues que lo haga el Lirón! -exclamaron el Sombrerero y la Liebre de Marzo-.
¡Despierta Lirón!
Y empezaron a darle pellizcos uno por cada lado.
El Lirón abrió lentamente los ojos.
--No estaba dormido -aseguró con voz ronca y débil-.
He estado escuchando todo lo que decíais, amigos.
--¡Cuéntanos un cuento! -dijo la Liebre de Marzo.
--¡Sí, por favor! -imploró Alicia.
--Y date prisa -añadió el Sombrerero-. No vayas a dormirte otra vez antes de terminar.