martes, 31 de marzo de 2009

BOCETOS

Soplaba un ligero nordeste y aunque la mañana estaba despejada hacía bastante frío. Un día sano, que diría mi padre. Deslicé las manos en los bolsillos de mi chubasquero en un acto instintivo de protección, acariciando objetos cotidianos y de máxima familiaridad. En el izquierdo el llavero de Loewe con todas sus llaves ordenadas racionalmente para su uso: la del portal, la del buzón, la del cerrojo y la de casa; el teléfono móvil, esta vez demasiado inmóvil, demasiado callado, demasiado inerte. En el derecho el tabaco: un paquete de habanos abierto y otro cerrado para por si acaso; un mechero de propaganda de un bar donde nunca estuve y la nota escrita apresuradamente en un trozo de un sobre vacío del Banco Popular: calle Gutierrez de la Gándara, número catorce, primero izquierda.

viernes, 13 de marzo de 2009

BOCETOS

Me levanté a pedir las cervezas. Noté que ella me miraba y procuré parecer más atlético.
- ¿Por qué cojeas? -me preguntó de repente cuando volví a tomar asiento.
- Me dispararon en Nicaragua -le contesté sonriendo, como quitándole importancia.
- ¿Bromeas?
- No, con eso nunca hago bromas. Me dieron aquí-le dije señalándome la rodilla izquierda- y aquí -esta vez mi mano fue al pecho. Puede decirse que estoy vivo de milagro.
Ella no supo qué decir. Permaneció unos instantes valorando la situación. Los ojos abiertos, la boca abierta.
- Y... ¿cómo fue eso? -dijo al fin.
- Mejor cambiamos de tema -repuse incómodo.
- Joder -protestó-. Me parece importante saber cómo te viste en esa situación. No sé, te conozco hace media hora y no se nada de tí. ¿Qué quieres que piense?
La miré a los ojos con seriedad, ella aguantó mi mirada con gesto preocupado hasta que, poco a poco, fui relajando los labios dando paso a una amplia sonrisa.
- Que no, boba. Te estoy tomando el pelo -dije riendo. Cojeo por culpa de la artrósis.
- Serás gilipollas -escupió enfadada. Ya me parecía a mí. Me habías asustado.
Se echó hacia atrás en el asiento, relajó los hombros y resopló.
Pude sentir la cicatriz a través de mi camisa. Levanté mi caña hacia ella.
- Por nosotros.

jueves, 5 de marzo de 2009

OLAS

¿A qué viene la mar cada día? ¿A quién busca que no encuentra?
Me asomo a la ventana de vigilar mareas. Es temprano y hace un frío de bigote. No sé con exactitud a qué bigote me refiero, pero hace mucho frío. Hace un rato granizó, que es como llover demasiado o nevar en un quiero y no puedo. Ahora no llueve.
En la playa, en la parte de la mar más cercana a la arena, se extiende una cordillera de olas blancas que ocupa el litoral que alcanzo y cerca de cien metros hacia la cinta de la mar.
Son olas recalcitrantes, olas entre enfadadas y tercas, olas hordas. No sé qué buscan, pues siempre se quedan impotentes y reculan como para tomar un impulso casi siempre inútil. Son olas desordenadas, olas rabiosas, olas que abren la boca y se tragan así mismas en un gesto
inconsciente y desesperado.
Más tarde se retirarán deprimidas a planificar un nuevo secuestro de arenas, una nueva invasión sin objetivos ni ideario, un nuevo acto de inmolación consecuente a su irracionalidad.
Al fin y al cabo son olas, un puñado de olas en constante regeneración, una masa de agua que muta cada día y que sólo engulle barcos y marineros.

miércoles, 4 de marzo de 2009

EL PODER Y LA MADRE QUE LO PARIÓ

¿Es razonable que en Euskadi pacten socialistas y populares para arrebatar la lehendakaritza a los nacionalistas?
Es decir, la izquierda y la derecha (españolista) se unen frente a la derecha nacionalista.
¿Qué fue primero, el huevo ó la gallina? ¿ser de izquierdas ó ser español?
¿Es mejor ser nacionalista aún a riesgo de traicionar el ideario particular? Porque me consta que muchos nacionalistas de izquierdas han votado al PNV.
Si ese pacto se produjera, inevitablemente traería consigo una legislatura frentista entre españolistas y nacionalistas (aproximadamente el 50% contra el otro 50%). Sería un gobierno mixto izquierda/derecha que inevitablemente acarrearía roces con el gobierno central; roces entre afiliados a favor y en contra del pacto de gobierno; roces con el 50% del electorado (los nacionalistas). No parece muy sensato.
Por otro lado, un cambio de gobierno se hace ya necesario después de 30 años de mandato peneuvista. Un cambio de gobierno provocaría cierta inercia en el electorado (ojo a Galicia) de cara a próximos comicios. Parece atractivo.
Además, ¿no sería más razonable que ocupase el gobierno aquel partido que más votos (escaños) haya obtenido?, pero, ¿Realmente qué es lo que demanda el electorado: posicionamientos geopolíticos ó sociopolíticos?
Por último, con estas apreturas de escaños ¿notaremos en esta legislatura (sea cual sea) algún cambio, evolución o mejora?
Particularmente me da igual. No me gusta el poder, no me gusta la sociedad política y, además, no me gusta ni la sociedad ni la política. Al menos que no se pasen, porque me iba a cabrear.