¿En qué cuento te leí?
¿En qué sueño te soñé?
¿En qué planeta te ví
antes de mirarte aquí?
¡Ah! ¡No lo sé ..., no lo sé!
Pero brotó nuestro amor
con un antiguo fervor,
y hubo, al tendernos la mano,
cierta emoción anterior,
venido de lo lejano.
Tenía nuestra amistad
desde el comienzo un cariz
de otro sitio, de otra edad,
y una familiaridad
de indefinible matiz ...
Explique alguien (si lo osa)
el hecho, y por qué, además,
de tus caricias de diosa
me queda una misteriosa
esencia sutil de rosa
que vienen de un siglo atrás ...
Amado Nervo. Mayo 7, 1912
3 comentarios:
Está claro: nos conocíamos de siempre.
Más besos,
Lur
Como es algo poco frecuente, que sepas que he puesto algo en "mi" blog.
¿A que no te lo puedes "ni de creer"?
Lur
¡Ay señor! parece que las huelgas
-aunque sean a la japonesa funcionan.
Voy raudo a tu página.
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