Fíjate que simple pintarte sobre fondos.
Sobre cualquier fondo no estridente.
Sobre cualquier murmullo de de paisajes inútiles.
Te digo, al fin, que te amo
aunque te cueste un triunfo tragar saliva.
Pero cuando no te veo,
asumo marejadas
y las amanso con toneladas
de tornillos sueltos.
Ahora mismo no estás a mi lado
y me comen moscas las entrañas.
Yo pongo mi esfuerzo
y mi indefectible pálpito
en ver magnolios
que hoy no nos cubrieron.
Un follaje que hoy dejó de taparnos,
unos suspiros que relevan la noche.
1 comentario:
Son ausencias tan breves que mejor no dar tiempo ni para añorar.
Los magnolios siempre están ahí.
Besitos,
Lur
Publicar un comentario