sábado, 1 de marzo de 2008

HUELGA A LA JAPONESA (5)

Fíjate que simple pintarte sobre fondos.

Sobre cualquier fondo no estridente.

Sobre cualquier murmullo de de paisajes inútiles.

Te digo, al fin, que te amo

aunque te cueste un triunfo tragar saliva.

Pero cuando no te veo,

asumo marejadas

y las amanso con toneladas

de tornillos sueltos.

Ahora mismo no estás a mi lado

y me comen moscas las entrañas.

Yo pongo mi esfuerzo

y mi indefectible pálpito

en ver magnolios

que hoy no nos cubrieron.

Un follaje que hoy dejó de taparnos,

unos suspiros que relevan la noche.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Son ausencias tan breves que mejor no dar tiempo ni para añorar.
Los magnolios siempre están ahí.
Besitos,
Lur