jueves, 28 de febrero de 2008

Solución a las dichosas cajitas de marras.

Los enunciados de las tres notas eran los siguientes:
  1. Cajita de ALABASTRO: "YO NO TENGO EL ANILLO".
  2. Cajita de ÁMBAR: "EL ANILLO ESTÁ EN ALGUNA DE LAS OTRAS DOS CAJITAS".
  3. Cajita de MARFIL: "SÓLO UNA DE LAS OTRAS DOS NOTAS ES FALSA".

RAZONAMIENTO:

  • Vamos a analizar en primer lugar cuántas notas son falsas.
  • Si la nota de la cajita de marfil fuera falsa, significaría todo lo contrario de lo que dice su enunciado. Es decir, las otras dos notas también serían falsas.
  • Por tanto la nota de la cajita de ámbar sería falsa, de lo que se deduciría que el anillo no está en ninguna de las otras dos cajitas y, por tanto, el anillo estaría en la propia cajita de ámbar.
  • Por otro lado, también la nota de la cajita de alabastro sería falsa y por consiguiente ella contendría el anillo.
  • Dado que es imposible que el anillo se encuentre en dos cajitas, podemos deducir que, a la fuerza, la nota de la cajita de marfil es verdadera y por tanto alguna de las otras dos notas es falsa.
  • Supongamos ahora que la nota falsa es la de la cajita de ámbar.
  • Esto nos llevaría a deducir que el anillo no se halla en ninguna de las otras dos cajitas y, así pues, la propia cajita de ambar contendría el anillo.
  • Pero supongamos a continuación que la nota falsa es la de la cajita de alabastro ("Yo no tengo el anillo").
  • Ello implicaría que el anillo estaría en la propia cajita de alabastro.
  • Por lo tanto, dado que el anillo puede estar tanto en la cajita de ámbar como en la de alabastro (en función de cuál de las dos notas fuera falsa) ...
  • ... EL TROVADOR NO TENÍA NI PUTA IDEA DE DÓNDE ESTABA EL ANILLO. Como mucho, hubiera podido colegir que no se hallaba en la de marfil.

¿Entonces cómo lo adivinó? ¿Fué al azar?

Pues no, no fué al azar. Recordad que la princesa Ohcan se distinguía por su astucia (a veces exenta de escrúpulos: "el príncipe Susej murio a causa de una... digamos extraña enfermedad"). Recordad también que cuando el trovador Sedrul es llamado a resolver el enigma, la princesa le hace un guiño furtivo. ¿Uno? ¿Y por qué sólo uno? Pues porque el anillo se encontraba en la cajita número uno, la cajita de alabastro.

¿Y por qué el enigma era irresoluble?

Os recuerdo que el rey era llamado "el rey injusto y bobo". Tal vez quiso cometer una injusticia, al verse "toreado" por su hija. O tal vez era tan bobo que no supo elaborar con destreza las claves del enigma. Me inclino por ésto último.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Caramba!. Tanto estrujar el coco y al final era tan sencillo como un guiño. Si es que las mujeres... más listas que el aire!.
Muy bueno.
Lur