miércoles, 26 de marzo de 2008

LA PRIMAVERA

La primavera ha venido y no sé cómo ha sido. Y en efecto, no sé cómo ha sido, porque se ha presentado de incógnito, disfrazada de viento, lluvia y frío. Los árboles que ya tendrían flores, sólo tienen las yemas carnosas a punto de reventar. Así es la naturaleza, sabia pero impredecible; tenaz pero abyecta; justiciera pero alocada; frágil pero recalcitrante. "Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera" (Neruda).

Tarde o temprano se quitará la careta de invierno y estallará silenciosa y resplandeciente. Entonces contaremos las peras en el diminuto y fugaz peral; contaremos guindas y cerezas; sentiremos el aroma húmedo de las hortensias azules; nos refugiaremos del sol bajo la anciana higuera y oleremos sus hojas verdes, con ese olor seco como un frenazo.

Y ya en su declive, cuando el verano nos permite gozar de la primavera tardía, nos sentaremos en alguna piedra a echar de menos su musgo; a impregnarnos de la hierba recién cortada; a deslizar savia de moras por nuestras bocas; a recoger el salitre caliente y boquear un sur que nos llega del Cuera.

Después no habrá tiempo para nada. Volverá el viento a desnudar árboles agostados y vestir aceras que crujirán nuestros pasos.

"Se va la primavera: quejas de pájaros; lágrimas en los ojos de los peces" (Matsuo Basho).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

OYE, OYE, QUE ACABA DE EMPEZAR LA PRIMAVERA Y YA NOS VAMOS AL OTOÑO...
PRECIOSO EL TEXTO Y LA FOTO.
LUR

hacefalta dijo...

El tiempo pasa demasiado rápido.
Antes de que te mires la nariz cien veces, llegará el otoño. Palabrita del niño jesús.
Al tiempo.